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Archivo 2000 (marzo - diciembre)
El 1 de marzo, entre las 14 y 15 hora local, integrantes del P.O.V.I. observaron una serie de exhalaciones débiles de cenizas y gases (¿eventos freáticos?).
En marzo, el pozo de lava se presentó menos activo que en febrero pasado. La máxima intensidad luminosa, con valor 3 dentro de la escala de intensidades de 0-5, se manifestó en la madrugada del día 26 de marzo.
El martes 30 de mayo, aproximadamente a las 14.30 hora local, se observó la exhalación de una nube densa de gases y material particulado. El evento, con una duración de poco más de un minuto, alcanzó una altura aproximada de unos 500 metros sobre la cima. Testigos afirman haber distinguido claramente la precipitación de ceniza sobre el flanco SE (en dirección Palguín-Coñaripe). Un guía de montaña, que se encontraba junto a un grupo de turistas en la cima, tuvo la oportunidad de observar de cerca el desarrollo de este evento. En el fondo del cráter un pequeño cono de escorias rodeaba una boca incandescente de unos 2 m. de diámetro, sin ruidos de desgasificación y sin el típico movimiento convectivo de la lava. De pronto, un fuerte ruido alarmó al observador y desde la boca incandescente ascendió una veloz inyección de ceniza todavía incandescente y gases. El viento reinante en altura proyectó la emisión en dirección a Palguín (SE).
Desde el inicio de la observación visual diaria, en febrero de 1998, se han documentado emisiones similares en las siguientes fechas:
- 13, 24, 25, 30 de junio de 1998
- 13 de julio de 1998
- 10 de agosto de 1998
- 02 de septiembre de 1998
- 21 de febrero de 1999
- 19 de mayo de 1999
- 09 de junio de 1999
- 31 de julio de 1999
- 10 de septiembre de 1999
- 01 de octubre de 1999
- 07 de octubre de 1999
- 01 de marzo de 2000
- 30 de mayo de 2000
Durante la noche del 30 al 31 de mayo, unas horas después de la emisión señalada, retornó una actividad incandescente intermitente y con una intensidad débil.
Luego de entrevistar a numerosas personas que viven en las inmediaciones del edificio volcánico, se pudo constatar un significativo incremento en la intensidad y frecuencia de los ruidos y sismos volcánicos perceptibles. Personal del complejo turístico "Cuevas Volcánicas", a 5.0 Km en línea recta del cráter activo, informó sobre ruidos volcánicos de alta frecuencia durante 4 días a mediados de este mes. Funcionarios de Conaf (Corporación Nacional Forestal), a cargo del Parque Nacional Villarrica, confirmaron este testimonio.
Imagen 1. 7 de julio 2000. Con respecto al 20 de febrero, ya no se observan indicios de lava pahoehoe. El orificio activo se encuentra nuevamente rodeado de lava escoriácea, de tipo basáltico. Destacan explosiones estrombolianas y actividad convectiva. Foto © Tom y Luisa Shields. Gentileza Alex Koller (POVI).
08 de agosto, aprox. 14.30 hora local. En menos de un minuto se observó dos exhalaciones menores de gases y cenizas cuya pluma alcanzó unos 300 metros de altura sobre la cima. El fenómeno estuvo acompañada de un sismo volcánico perceptible. El material particulado se depositó sobre la nieve en los bordes cratéricos N-NE, claramente visible desde la ciudad de Pucón. Según el testimonio del guía de montaña Rodrigo Andrade, la ceniza no habría alcanzado a formar una deposición cerrada sobre los bordes.
El 22 de agosto, pasado el medio día, se observaron pequeñas bocanadas intermitentes de cenizas y gases.
Imagen 2. 3 de septiembre 2000. Bajo la sombra, la corteza de lava solidificada exhibe un diminuto orificio incandescente en el centro. El diámetro de un orificio en el techo de la columna magmática, es proporcional al volumen de gas contenido en el magma. Menor el contenido de gas, menor el diámetro del orificio. Si el magma no contiene gas, el orificio tiende a desaparecer. En la parte inferior de la imagen se aprecian algunas salpicaduras de lava sobre la nieve. Foto © Rodrigo Andrade.
Imagen 3. 5 de septiembre 2000. La imagen, sin sombra interior, muestra un orificio activo en forma de embudo, con escasa actividad incandescente y una emisión muy débil de gases. Foto © Rodrigo Andrade.
18 de octubre. Vista aérea de la cima del volcán Villarrica, fotografiado desde el NE. Se observa un gran volumen de nieve y hielo. El centro oscuro, a unos 70 m de profundidad, corresponde a la costra de lava Pahoehoe, de unos 40 metros de diámetro, sin actividad visible.
© El Diario Austral, Temuco
EXTRAORDINARIO MATERIAL CIENTÍFICO
CAPTADO CON UNA DE NUESTRAS PRIMERAS CÁMARAS DIGITALES
EXTRUSIÓN DE UNOS 350.000 M³ DE LAVA PAHOEHOE
INUNDA EL FONDO DEL CRÁTER.
Imagen 4. 1 de octubre de 2000. El único signo de actividad visible, consistía en una fumarola temperada de vapor de agua desde una fisura ubicada en el margen SW. Las pequeñas coladas pahoehoe (1) se encontraban totalmente inactivas. Se aprecia una ramificación de fisuras sobre la superficie, predominando las fisuras anulares anchas y profundas en el borde como consecuencia del enfriamiento de la lava. (2) Ubicación de la fuente emisora de las coladas pahoehoe.
Pocas horas después de captar esta imagen colapsaron en forma natural algunas cornisas de nieve y hielo desde los bordes internos S y W. La baja temperatura en la cima y la carencia de calor en la superficie de la costra, propiciaron la conservación del hielo y la nieve hasta fines de octubre. Foto © Rodrigo Andrade
24 de septiembre. Desde esta fecha, cesa totalmente la emisión de fumarolas. El material ígneo que ocupaba el pozo de lava, fue sustituido por un material con propiedades físicas distintas, más fluído y pobre en gases.
29 de septiembre. El guía de montaña Rodrigo Andrade describió la actividad como sigue: "El fondo del cráter, ubicado a unos 70 m de profundidad, se encuentra cubierto por una costra gris irregular sobre la cual se aprecian algunas coladas activas del tipo pahoehoe, con superficies onduladas lisas y pequeñas zonas incandescentes en los frentes de avance".
La noche del 18 al 19 de octubre, el volcán emitió una pequeña nube de gases y cenizas, que fue transportada por el viento en altura, en dirección SE (Chinay-Palguín). La ceniza se precipitó sobre el flanco superior, siendo posible distinguir una mancha oscura desde Caburgua al amanecer del día 19 de octubre.
Imagen 5. 24 de octubre de 2000. Vista oblícula del fondo del cráter con abundante actividad térmica asociada al escurrimiento de nuevas coladas bajo el vapor de agua. Luego de tres semanas de inactividad, se inicia la segunda extrusión de lava pahoehoe. Foto © Enrique Ferrada
Imagen 6. 27 de octubre de 2000. El fondo del cráter ha elevado varios metros de altura, como consecuencia de una columna magmática que ha comenzado a emerger lentamente.
El superábit de lava (1), del tipo pahoehoe, pobre en volátiles, escurre lentamente desde la base de un cono incipiente en el margen derecho (2) en forma de coladas onduladas de superficie lisa y color gris. El cono no se localiza perpendicularmente sobre la chimenea, encontrándose desplazado en unos 25 metros hacia el sudoeste.
Testigos describieron la actividad del cono (2), con dos aperturas incandescentes, como eyección balística de piroclastos cada 2 minutos aproximadamente, sin sonidos de desgasificación.
Las líneas verticales oscuras sobre la pared interna SE (3) son el resultado del escurrimiento de agua de deshielo que incluso se acumuló en parte entre las coladas ya frías (mancha oscura circular en la imagen). Foto © Enrique Ferrada
Imagen 7. 30 de octubre de 2000. En el margen derecho destaca el pequeño cono piroclástico (1) con un discreto orificio incandescente en la parte superior (flecha roja). Desde la base del cono intracratérico fluyen radialmente las coladas de lava pahoehoe (flechas amarillas). Lava muy fluida continuó rellenando el fondo del cráter (2). La reducida tasa de emisión contribuye con la rápida solidificación de las coladas e impidiendo con ello la formación de un amplio lago de lava incandescente. El fondo del cráter se levantó en unos 10 metros de altura comparado con el nivel del 27 de octubre. Foto © Enrique Ferrada
Imagen 8. 1 de noviembre de 2000. Vista desde la terraza NW. En el centro, se aprecia un enorme cono piroclástico intracratérico con un orificio incandescente central de un diámetro aproximado de 8-10 metros (1). La lava Pahoehoe es lentamente reemplazada por una lava más oscura y con mayor cantidad de volátiles. Algunas coladas pahoehoe sobrepuestas, escuren desde la base sur del cono (2). Foto © Enrique Ferrada
Imagen 9. Imagen izquierda: vista aérea de la cima. Se aprecia el campo de lavas pahoehoe y el pequeño cono intracratérico, desplazado unos 25 metros hacia el sudoeste con respecto a la ubicación de la chimenea. Imagen derecha: la reanudación de explosiones estrombolianas, indica la transición hacia un comportamiento más explosivo. Foto © Dr. Hans Joechler. Gentileza: Gustavo Rilling
El 9 de noviembre, el cono piroclástico presentaba explosiones estrombolianas cada 5 minutos como promedio, acompañadas de sonidos de desgasificación. La altura balística media de los piroclastos fué calculada en unos 10 m. La toxicidad de los gases fué descrita como débil.
A mediados de noviembre, se comprobó el colapso del cono piroclástico intracratérico.