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Archivo 2000 (enero - febrero)
Según el testimonio (no confirmado) del guía de montaña Simón Hermosilla, el 20 de enero, a medio día, se habría avistado desde Pucón la eyección de una delgada columna lávica incandescente con proyección vertical. Este fenómeno también fue observado a mediados de noviembre de 1999 y fotografiado desde un avión el 2 de junio de 1995.
El 3 de Febrero Lorena Paz Morales, Víctor Sepúlveda, Werner Keller y el alpinista alemán Roberto Rebitzer, realizaron un reconocimiento del cráter. El fondo del cráter mostraba dos bocas incandescentes activas rodeadas de escorias, dentro de las cuales los gases magmáticos escapaban con un alto nivel de ruido casi continuo [esta actividad es conocida entre los guías de montaña como "lavadora"]. En forma esporádica, 1 a 2 veces por minuto, se observó la expulsión balística de piroclastos, predominantemente por la boca central.
La emisión densa y constante de gases sulfurosos en forma de bocanadas impidió contar con una clara visibilidad del interior.
La temperatura de las fumarolas temperadas, ubicadas en los bordes internos S-SW, oscilaban entre 31 y 58 grados Celsius. Estos valores no han variado respecto a mediciones anteriores realizadas por Werner Keller en Enero de 1996.
La medición selectiva del diámetro del cráter, mediante laser infrarrojo, permitió fijar un ancho medio de 200 m. La fuerte emisión de gases impidió la medición exacta de la profundidad. Sin embargo, 75 m desde el borde E correspondería con la realidad.
Las coordenadas geográficas aproximadas del Peñón en el borde S fueron fijadas con un sistema GPS y corresponden a 39°25.01 S, 71°57.87 W. Esta referencia permitirá determinar, en forma aproximada, la distancia en línea recta existente entre cualquier punto geográfico en la periferia y el cráter.
En la terraza interna W, sobre la base de un antiguo talud, se ubica una masa de hielo y nieve remanente estratificada (nieve y tefra) de unos 40 m de largo y 12 m de ancho con una pared occidental vertical labrada por la acción de las fumarolas temperadas, y una pared opuesta con forma escalonada. La superficie expuesta de esta formación estuvo cubierta de una capa cerrada de cenizas, lapilli y bombas, algunas de hasta 1 m. de diámetro, provenientes del evento estromboliano datado el 17 y 18 de octubre de 1999 y una serie de explosiones. La superficie de estos materiales se encontraba alterada por la acción abrasiva de los gases. El borde cratérico de menor altura se encontraba orientado hacia el NW y coincide con la fractura eruptiva del 29 de diciembre de 1971.
Imagen 1. 3 de febrero 2000. Fotografiado desde el borde oeste. El fondo del cráter muestra dos bocas incandescentes activas -rodeadas de escorias- que emiten constantemente gases sulfurosos. Foto © Werner Keller (POVI)
Imagen 2. 3 de febrero 2000. El fondo del cráter desde la cima del peñón. Se aprecia uno de las aperturas activas, arrojando salpicaduras de lava (spatter). Foto © Werner Keller (POVI)
Imagen 3. 3 de febrero 2000. Sobre los bordes del cráter destacan, un depósito de caída (imagen superior) y bombas de gran tamaño (imágenes inferiores), vestigios de la breve erupción estromboliana del 17 al 18 de octubre de 1999. Foto © Werner Keller (POVI)
Figura 1. 3 de febrero de 2000. Mapa esquemático aproximado del cráter. Copyright © Werner Keller (POVI)
Figura 2. 3 de febrero de 2000. Corte seccional aproximado del cráter, de oeste a este. Copyright © Werner Keller (POVI)
El 13 de febrero, el alpinista alemán Steffen Gambert efectuó un reconocimiento fotográfico del cráter. Su valioso testimonio permitió comprobar una vez más los constantes cambios morfológicos y de actividad.
Imagen 4. 13 de febrero de 2000. Fondo del cráter captado con un lente de 28mm. El pozo de lava, de unos 15 a 20 metros de diámetro, muestra actividad convectiva y explosiones estrombolianas que no superan los 20 metros de altura. En la parte superior del pozo se aprecian depósitos de azufre, de color amarillo. Éstos se forman por un proceso conocido como termo sublimación, en el cual el azufre migra directamente del estado gaseoso al sólido. Copyright © Steffen Gambert
El 20 de febrero, el andinista Víctor Fernández observó cambios en el fondo del cráter con respecto a lo observado hace una semana.
Imagen 5. 20 de febrero de 2000. En el fondo del cráter se observan cambios, tanto geomorfológicos, como en el tipo de actividad y composición de la lava. Con respecto al reconocimiento del 13 de febrero, el orificio activo redujo considerablemente su tamaño y lo rodea un cono piroclástico, con un talud inclinado hacia el NW. La lava basáltica, de textura escoriácea y color negro, cambió a lava pahoehoe, de textura lisa y color gris (2). Desde el orificio, de unos 10 metros de diámetro, se proyecta una fuente de lava (1) muy líquida y pobre en gases. Sobre el talud escurre una pequeña colada de lava pahoehoe (3). Copyright © Víctor Fernández